viernes, 20 de marzo de 2015

Escala de grises

No me gusta la lluvia, no me gustan los días grises. Prefiero mil veces que haga sol, aunque me quede en casa viéndolo por la ventana, aunque no lo disfrute del todo. Nunca me ha gustado el gris. Es un color soso, insulso. Mucho mejor el contraste amarillo sol-azul cielo. Pero no sé cómo lo hago, son los días más nublados los que suelo salir más, hacer más cosas, romper mi rutina. Así que, con el tiempo, le he ido cogiendo un cierto cariño a esta escala de grises.


Ayer pasó igual, un cielo nublado que amenaza lluvia, y una llamada que ameniza la tarde. Fue apenas un merienda exprés, una conversación sin sentido con un par de amigos y mucho, mucho caminar. Demasiado para mí. Pero repetiría, eso sí, esta vez me llevaría paraguas y zapatos de deporte.

miércoles, 18 de marzo de 2015

El elefante encadenado


Vivimos pensando que "no podemos" hacer montones de cosas, simplemente porque una vez, hace tiempo, lo intentamos y no lo conseguimos...

martes, 10 de marzo de 2015

Y los sueños, sueños son...

Como un virus latente que espera agazapado, escondido y sin hacer ruido, una bajada de nuestras defensas para atacar...Así son los recuerdos.


Y qué mejor manera de cogernos de improviso que en pleno sueño, donde más vulnerables y menos dueños de nosotros somos; donde no está permitido bloquear nada.

domingo, 1 de marzo de 2015

La otra cara del sol

Cuando iba a la playa mi madre me embadurnarba de arriba a abajo con protección solar y no le bastaba con una sola vez, no, lo hacía a menudo, siguiendo las recomendaciones de no sé muy bien quién. Salir de la sombrilla era prácticamente una sentencia de muerte. El cáncer acechaba en cada intento de salir a jugar fuera de la sombra... El sol era pintado como ese gran enemigo. Pero no lo es.


Nos asustan, nos asustan demasiado. Claro que el sol es malo, el sol y todo en exceso suele ser peligroso ¿no? Pero a veces hay que tomarlo, y hay que tomarlo porque es esencial, que quede claro.