miércoles, 17 de junio de 2015

Indigestión en ayunas

En ayunas y sin fe ninguna, he llegado al hospital para tragarme cada una de las palabras de mi penúltimo post. ¡Menuda indigestión! ha pasado todo lo contrario a lo que dije. No sé, pero tengo la sensación de que existe un ente malévolo que se encarga de dejarnos a la altura del betún...


Bueno, pasemos a la revisión que, al fin y al cabo, es lo que cuenta. El equilibrio, eso es lo que más me falla, cierro los ojos y el mundo se tambalea a mi alrededor, nunca me había fijado... Igual la culpa es mía, pero prefiero echársela a la Tierra, que gira muy deprisa. El resto de esa exploración normal (me toco la nariz a una velocidad que ni Usain Bolt, y noto todas las vibraciones, pinchazos y demás cosas que me hacen).

Luego toca rellenarme la petición de la analítica mientras me interroga sobre síntomas, efectos secundarios y demás. Y para finalizar me manda una resonancia control... Bien y mal. Bien porque es lo que se supone que mejor va a ver las lesiones, para hacer el seguimiento, para ver qué tal funciona el tratamiento y mal porque ya sabéis que las resonancias suenan mucho y el ruido me da miedo.

Depués de todo eso, he abandonado la consulta más satisfecha que de costumbre, me he ido a extracciones a que hurguen un poco en mis venas y me he armado de paciencia para pedir la cita de la resonancia. Una revisión un poco diferente para un resultado similar al de siempre: todo sigue bien.


1 comentario:

  1. Bien, bien y bien, lo que dices suena bien. Me alegro mucho.
    Me alegro de que te haya reconocido (aunque fuera deprisa), me alegro de que todo siga bien, me alegró de que te haya mandado RM ( tapones de los oidos y paciencia), me alegró de que hayas salido satisfecha y, sobre todo, me alegro de que hayas tenido que comerte tus palabras ;)

    Un abrazo peque, Cleo

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