Hoy he ido a ver un partido de fútbol. No es que me apasione pero, estar un rato con los amigos, supongo que siempre viene bien. Al menos, durante esas dos horas, te olvidas de todo y tu máxima preocupación es que le metan un gol a tu equipo...
A decir verdad, ha sido un partido aburrido, sin goles, liderado por la desgana de una afición que veía que a sus jugadores no le salían bien las cosas. Pero he aprendido que, en el fondo, el fútbol no es tan diferente a la vida real; cuando las cosas van mal, pocos son los que te apoyan, y muchos los que se empeñan en hundirte un poco más con sus comentarios y críticas destructivas.
Yo tenía un coach que se empeñaba en que yo viera la empresa y la vida como un partido de fútbol. Nunca lo consiguió.
ResponderEliminarSupongo que la razón principal fue que odio el fútbol. Pero reconozco que nunca me puse a pensar como tu, y me gusta (y es verdad) lo que has aprendido.
Y si, un rato con los amigos siempre nos ayuda un poco (al menos).
Un abrazo chiqui, Cleo