lunes, 11 de agosto de 2014

Aptitud

Decir que estás enferma siempre es un mal trago, en especial, si tienes que decirlo en un reconocimiento médico ante alguien que ha de juzgar tu aptitud para desempeñar bien un trabajo. Pero, supongo, que es una situación inevitable por la que todos debemos pasar, tarde o temprano, y de la que debemos salir lo más airosos y dígnamente posible, sin mostrar miedos ni inseguridades. En mi caso fue a la tercera pregunta cuando el tema EM hizo su aparición con dos preguntas inocentes:

- ¿Tomas algún medicamento?
- Me pincho Interferón beta una vez a la semana...
- ¿Para qué?
- Para la esclerosis múltiple

Un cruce de miradas, un silencio incómodo que se rompe con un tímido ¿Pero todo bien, no? y el reconocimiento prosigue... Eso sí, ya un poco menos fluido y marcado por estas respuestas que predisponen a no creer en nosotros.

2 comentarios:

  1. Hola! ;-)
    cómo estás? se te echa de menos, espero leerte pronto!
    besitos guapa!

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  2. Mi opción es no decirlo, y menos en un reconocimiento médico para un trabajo. No hay obligación de decirlo y yo no lo hago.
    Y no lo hago porque se que pasaría esto que tu cuentas :(

    Un abrazo niña, Cleo

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