lunes, 11 de agosto de 2014

Aptitud

Decir que estás enferma siempre es un mal trago, en especial, si tienes que decirlo en un reconocimiento médico ante alguien que ha de juzgar tu aptitud para desempeñar bien un trabajo. Pero, supongo, que es una situación inevitable por la que todos debemos pasar, tarde o temprano, y de la que debemos salir lo más airosos y dígnamente posible, sin mostrar miedos ni inseguridades. En mi caso fue a la tercera pregunta cuando el tema EM hizo su aparición con dos preguntas inocentes:

- ¿Tomas algún medicamento?
- Me pincho Interferón beta una vez a la semana...
- ¿Para qué?
- Para la esclerosis múltiple

Un cruce de miradas, un silencio incómodo que se rompe con un tímido ¿Pero todo bien, no? y el reconocimiento prosigue... Eso sí, ya un poco menos fluido y marcado por estas respuestas que predisponen a no creer en nosotros.

jueves, 7 de agosto de 2014

Telarañas

Tener un blog es una responsabilidad muy grande. Es como tener una mascota, tienes que estar pendiente de ella, darle de comer, sacarla de paseo y entretenerla. Por eso nunca tuve mascotas. Bueno sí, algún que otro pez, pero eso no cuenta... y por esa misma razón, quizá, no tendría que haber empezado este blog; porque sabía que, tarde o temprano, caería en el olvido.

Pero no, no voy a abandonar como he hecho siempre, voy proponerme una meta: Nunca dejar de escribir porque, al fin y al cabo, éste es el único rincón donde podré decir lo que quiera cuando quiera. Y a veces esto es lo único que necesitamos para seguir adelante, leer nuestra vida desde otra perspectiva. Así que a quitarle las telarañas a este blog ¡Reabrimos!