martes, 12 de febrero de 2013

Botón del pánico

         Nunca me había hecho una resonancia antes. Sabía que a la gente le daba una extraña fobia, que se sentían enterrados, agobiados allá dentro y que había mucho ruido. Eso era lo que más me inquietaba ¿Ruido? ¿Y qué tiene eso de malo?. Luego comprendí que eso era lo peor.

" A nadie le gustan las resonancias, son frías, muy frías"
     
        Siempre pensé que una resonancia no era comparable a la punción lumbar, que era inocua, que no dolía... y todo eso, en parte, es cierto pero es muy fría.Te dejan allí en un tubo, sola, con un ruido indescriptible y te dan un botón del pánico que, por cierto, ¿A quién se le ocurrió la genial idea de darle un botón a alguien que va a pasar una hora metido en un tubo? Es mucha la tentación...

         Luego a esperar, y la espera es la que se hace eterna y tienes mucho tiempo para pensar y eso, eso es malo. Y cuando, por fin, crees que todo ha acabado, alguien tira de la camilla para fuera y con voz sonriente te dice: Ahora te vamos a poner el contraste.- y otra vez para dentro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario