Para vosotros un día normal, para mí un día diferente. El día de Avonex, de mi aliado, pero a la vez, de mi enemigo. Es raro, sabes que vas a ponerte mal en un par de horas, y aún así, tienes que ser valiente para pincharte y confiar en él, en que funcione, en que decida frenar un poco todo esto...
Hoy, ya viernes y recuperada de la noche, de nuevo vuelvo a olvidarme de esto durante unos días, de nuevo a estar bien o, al menos, a sentirte libre sin ataduras de medicamentos hasta el próximo jueves.
Mi historia de cada lunes :(
ResponderEliminarDespués de más de 4 años aún no he conseguido integrarlo en mi vida, verlo como cambiar la cama una vez a la semana.
Pero en mi caso pincharme no es valentía, sino todo lo contrario. Tengo mucho más miedo a tener más brotes o al deterioro cognitivo que a la noche toledana o a la merde del día después.
Un abrazo niña, Cleo